Lo que comenzó como una conversación informal sobre la potencia y la precisión de los LED en comparación con la proyección, se convirtió en un debate más complejo y detallado sobre diseño y arquitectura, y todo el equipo se dio cuenta rápidamente de que contaban con una colaboración que haría realidad su visión. El equipo de Leyard se sumergió de inmediato en el proceso de planificación junto con Akumendo y ArScénique, retándose a sí mismos a construir el sistema más ligero posible para permitir un montaje y desmontaje sin problemas de la estructura, utilizando la eficacia de la fibra de carbono, las fijaciones magnéticas y los conectores de fibra óptica. "Los retos en cuanto a estructura eran enormes", explica Butterati. "En primer lugar, Leyard vino con la idea de que debía ser lo más ligero posible, recomendando un sistema de fibra de carbono. Dijimos que teníamos que encontrar la forma de montar y desmontar los armarios de esta enorme superficie de la forma más fácil posible, con un acceso trasero reducido, y se les ocurrió la solución del imán, que es increíble. Aprendimos con ellos durante todo el proceso, y les enseñamos todas las limitaciones del entorno del barco. Les dimos toda la información posible para que entendieran, por ejemplo, la transferencia de energía durante las ondas de choque a bordo, y ellos aportaron su experiencia y la confianza que tienen en su estructura".

Con unas dimensiones de 16 m de largo por 5 m de ancho y 2,3 m de alto, el túnel está diseñado como una robusta instalación no permanente con nada menos que 512 módulos LED especiales Leyard CarbonLight CLI Flex y 352 armarios LED CarbonLight CLI, ambos con un pixel pitch de 1,5 mm. Están alojados en una estructura de aluminio, y los cabinets de fibra de carbono satisfacen la exigente necesidad de rigidez, ligereza y resistencia. La estructura portante se instala sobre silent blocks y los innovadores enganches magnéticos de los pantallas.